jueves, 25 de junio de 2020

Poder


Era realmente peligroso. Nada menos que el encanto del poder en sí mismo. Nunca pedí ser consciente. En muchas ocasiones pensé en lo agradable que sería todo si no lo fuese. Ha sido algo innato y se había desarrollado con el tiempo por una cuestión de supervivencia. Pero ya había probado el lado oscuro de la presión del poder, la punzante satisfacción de ver un desafío ceder ante mi voluntad. La lujuria de probarme a mi mismo ante las circunstancias, retarlas y triunfar. El hambre ciego que pide más, que busca más de eso. Si te das un capricho una vez, puede que nunca puedas saciarte.
Leí que la razón por la que me esforzaba por hacer lo correcto era porque me asustaba la idea de mirar dentro de mí y encontrar el deseo de dejar la lucha y hacer lo que quisiera libre de conciencia y de culpa.
Ahora veo que realmente es así, y también veo que mi conciencia siempre tendrá presente estas realidades y seguirá manteniendo el rumbo, buscando hacer lo correcto

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